“Cometió el error, pues que pague”, dijo la madre del conductor que llegó a su casa con torso incrustado en cristal de su vehículo
“Mami, soy un asesino. Mami, soy un asesino. Llama a la Policía, yo me voy a entregar”. Esas fueron las palabras que pronunció Julio Jiménez a su madre, Lilian Rosario, luego que llegara su casa en Río Grande con el torso de un peatón incrustado entre el cristal y el bonete de su carro, luego que lo arrollara en la carretera PR-3 en Río Grande.
Rosario, en entrevista con NotiCentro, narró que su hijo la despertó a gritos luego que estacionara su vehículo en reversa, en su casa en la sector Vietnam, del bariio Kuwait, en Río Grande, luego que abandora la escena donde ocurrió el impacto. Según la Policía, Jiménez conducía de Carolina a Río Grande en estado de embriaguez cuando arrolló al peatón de 62 años. Con el impacto, el hombre quedó desmembrado. Sus piernas quedaron en la escena, mientras el torso quedó incrustado entre el cristal delantero y bumper. El teniente, Elvin Zeno, relató que parte del cuerpo y masa encefálica se esparció por el interior del vehículo.
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